¿Hay algo más bello que la fusión de la Música y la Danza?
Pues sí, todo ello arropado con una magnífica arquitectura.
El primer día del año, es un placer despertarse y sentarse frente al televisor para contemplar el Concierto de Año Nuevo de Viena, con el sentimiento de estar todo el mundo conectado.
La Filarmónica de Viena, desde hace muchos años, nos ofrece un Concierto maravilloso, impregnando de sentimientos y aromas la gran Sala Dorada de Musikverein, recordándonos la Paz.
Si viéndolo a través de una pequeña pantalla, sientes tantas emociones, ¡cómo será vivirlo con todos tus sentidos, entre aquellas paredes cubiertas con la Magia del Arte de ese gran Templo Musical.
Escuchar la Música de grandes Genios a través de otros genios.
Si a todo eso le añades la pareja de Bailarines que se mueven, casi volando, por salones y pasillos de la Musikverein, piensas que de existir el Cielo, se debe de parecer.
Este Año me ha encantado; una pareja normal vestida de calle entraba en él, transformándose en armoniosos y bellos cuerpos de danza para vivir esa ilusión, ese sueño, esa fusión de Arte, capaz de hacerte vibrar, capaz de transportarte al Olimpo.
Cuando acabaron su interpretación, salieron del espléndido edificio, y mientras se alejaban miraban hacia atrás, sonrientes, pensando que su sueño, por un instante, se había hecho realidad.
Sólo espero que las personas que pueden estar allí, el primer día del año, sepan realmente valorarlo, disfrutándolo con todos sus sentidos, siendo conscientes de lo privilegiadas que son.
Pues sí, todo ello arropado con una magnífica arquitectura.
El primer día del año, es un placer despertarse y sentarse frente al televisor para contemplar el Concierto de Año Nuevo de Viena, con el sentimiento de estar todo el mundo conectado.
La Filarmónica de Viena, desde hace muchos años, nos ofrece un Concierto maravilloso, impregnando de sentimientos y aromas la gran Sala Dorada de Musikverein, recordándonos la Paz.
Si viéndolo a través de una pequeña pantalla, sientes tantas emociones, ¡cómo será vivirlo con todos tus sentidos, entre aquellas paredes cubiertas con la Magia del Arte de ese gran Templo Musical.
Escuchar la Música de grandes Genios a través de otros genios.
Si a todo eso le añades la pareja de Bailarines que se mueven, casi volando, por salones y pasillos de la Musikverein, piensas que de existir el Cielo, se debe de parecer.
Este Año me ha encantado; una pareja normal vestida de calle entraba en él, transformándose en armoniosos y bellos cuerpos de danza para vivir esa ilusión, ese sueño, esa fusión de Arte, capaz de hacerte vibrar, capaz de transportarte al Olimpo.
Cuando acabaron su interpretación, salieron del espléndido edificio, y mientras se alejaban miraban hacia atrás, sonrientes, pensando que su sueño, por un instante, se había hecho realidad.
Sólo espero que las personas que pueden estar allí, el primer día del año, sepan realmente valorarlo, disfrutándolo con todos sus sentidos, siendo conscientes de lo privilegiadas que son.